Los Upanishads - Versión en castellano y sánscrito (devanagari) / Juan Mascaró (traductor)
Los Upanishads representan la etapa final de la tradición de los Vedas, y la enseñanza basada en ellos se conoce como Vedanta («conclusión del Veda»). Datan del 400 a. C. y forman el núcleo de gran parte de la filosofía hindú, en la que reviste una importancia fundamental la ecuación de Atman (Sí mismo) con Brahman (el Espíritu), resuelta en el TAT TVAM ASI («Tú eres Ello»). El volumen presente cuenta con el texto original en sánscrito emparejado con la célebre versión de los fragmentos llevada a cabo por Juan Mascaró —vertida a su vez al español por José Manuel Abeleira, también al cuidado de la edición.
El término sánscrito Upanishad, Upa-ni-shad, proviene de la unión del verbo sad, «sentarse», con upa —conectado a su vez con el latín sub, «debajo de»— y ni, que se encuentra en las palabras inglesas be-neath — y ne-ther. Todo junto vendría a señalar una lección sentada, una instrucción; la acción de sentarse a los pies de un maestro. Cuando leemos en los Evangelios que «Jesús subió a una montaña y, una vez instalado, sus discípulos se le unieron», podemos imaginarlos sentados a los pies de su Maestro, con lo que el Sermón de la Montaña podría considerarse en su conjunto un Upanishad. Los Upanishads son tratados espirituales que varían en extensión. Los más antiguos fueron compuestos entre el 800 y el 400 a. C. Con el tiempo su número aumentó, y llegaron a editarse unos ciento doce Upanishads en sánscrito. Algunos fueron escritos en época tan reciente como el siglo XV. Estos últimos repiten casi todas las ideas de los antiguos Upanishads usándolas para una determinada escuela de pensamiento o instrucción religiosa. Los Upanishads más extensos y quizá los más antiguos son el Brihad-aranyaka y el Chandogya, que abarcan unas cien páginas cada uno, mientras que el Upanishad Isa, uno de los más importantes y que no dista en edad de la Bhagavad Gita, solo tiene dieciocho versos. Si todos los Upanishads conocidos se reunieran en un solo volumen, constituirían una antología de aproximadamente la extensión de la Biblia. El espíritu de los Upanishads puede compararse con el del Nuevo Testamento, resumido en las palabras «Mi padre y yo somos uno» y «El reino de Dios está dentro de ti», cuya semilla ya se encuentra en las palabras de los salmos «Yo he dicho: Vosotros sois dioses, y todos sois hijos del Altísimo».