El Silencio Creador
La literatura teosófica moderna, vasta y variada como es. contiene dos exquisitas gemas de profundo misticismo. Ellas son: Luz en el Sendero y La Voz del Silencio. Esta última fue la última obra de H. P. Blavatsky al mundo, ya que fue publicada sólo dos años antes de fallecer.
La Voz del Silencio tiene gran importancia hoy en día puesto que prevalece mucha confusión en todo el mundo con relación al Yoga, la meditación, la espiritualidad y el psiquismo. Ayuda a disipar estas confusiones, y ubica al aspirante en el sendero correcto de percepción espiritual. Este libro puede muy bien caracterizarse como conteniendo la esencia del Yoga de la Teosofía.
La Voz del Silencio indica que el obstáculo más grande en el sendero espiritual es la Mente con su tendencia a "matar lo Real”. Cierto es que lo Real no puede ser destruido, pero puede ser recubierto por las innumerables proyecciones de la Mente, y esto es exactamente lo que sucede. El viaje del neófito por las Tres Cámaras, descripto en el libro es. ciertamente, un proceso en el que las proyecciones de la Mente, aún las más sutiles, son desechadas. El aspirante, entonces, entra en el Valle de Bienaventuranza. donde alcanza el gran éxtasis de experiencia espiritual.
El libro pide al neófito que destruya al destructor, pero ¿puede la mente ser destruida?: si es asi. ¿quién destruye a la mente? Ciertamente, la mente no puede ser destruida, se destruye a si misma. HPB dice: "La mente es como un espejo, junta polvo al mismo tiempo que refleja”. La única forma de mantener el espejo limpio y lustroso para que no distorsione la imagen es observar la acumulación del polvo. Es en esta observación que la mente se mata a si misma. HPB habla de la onda de la marea y de permitirle que se amortigüe. Es así que la mente llega a un profundo silencio donde en soledad ocurre "la Recta Percepción de las cosas existentes, el Conocimiento de lo no-existente".
Cuando hoy en día. en todo el mundo, mucho de lo que es espúrio parece ganar uso corriente con el nombre de Yoga, es imperativo que el mensaje contenido en La Voz del Silencio sea difundido por todas partes, de modo que el hombre moderno pueda ser capaz de marchar con seguridad al Valle de la Bienaventuranza despreocupado de las atracciones de las Tres Cámaras.